lunes, 28 de febrero de 2011

El instinto criminal es mi dulce compañía cuando me haces esperar

...y sólo parte de esta furia es hormonal''

Tengo demasiados sentimientos encontrados. Es lunes y toca depresión post fin de semana. Sin embargo, me encuentro con más fuerzas de las que creía que iba a tener y no paro de repetirme la palabra imbécil. A quien va dirigida esa palabra, tampoco lo sé.
Sé que ayer me comporté mal, mal conmigo misma. Volví a valorarme demasiado poco y me dejé magonear por quien creía que me tenía un cariño especial.
No parában de repetirme que me fuera a casa para darle una lección a él, aunque la lección me la dí a mi misma haciendome ver lo poco que merecía la pena este personaje de ojos azules y poncho.
Es gracioso que HOY me hable como si nada, aunque sé que lo hace para asegurarse que mi enfado no era nada más que algo pasajero y que cualquier otro sábado caeré de nuevo en sus brazos. ¡Y qué razón tiene!
Menos mal, que parte de esta furia es hormonal, sólo hormonal.

domingo, 27 de febrero de 2011

Ha salido el sol arrogante y español

Que el surrealismo se haga el protagonista en mis noches no es nada nuevo.
Beber calimocho hasta que se me salga por lo ojos también es costumbre. Igual que cuando son las 10 de la mañana y la fiesta sigue en su casa.
Anoche, jugó demasiado conmigo y mi orgullo. Quedé por los suelos y aun así, seguí cediendo. Me duele demasiado tener ganas de llorar, otra vez, por él.

''Quieres irte, pero no te vas, la última noche duele más...''

No sé si será la última, pero sí la última que se rie de mí. Y sé lo débil que soy y lo poco que me costará decir que sí a una de sus proposiciones. Pero ya dudo que ni siquiera le interese lo más mínimo de mí.
Otro desengaño, qué novedad.

sábado, 26 de febrero de 2011

Voy a callarme porque es sábado

¿A quién quiero engañar con todo esto? Si hasta sus torcidamente perfectos dientes me gustan.
Paso el día sumida en un autoconvencimiento que sólo me sirve para ser el ser más frío de la tierra cuando estoy con él. Entonces de él salen besos y caricias, palabras y miradas que me rompen todo el esquema que los lunes tengo que rehacer.
Después de haber vivido tantas historias fallidas ya no me fio ni de mí misma. Cuando por fín me ilusiono con alguien, se trata de algo tan imposible como real. Hemos firmado como un contrato en el que la primera cláusula es la total ausencia de sentimiento. Creo que lo estoy incumpliendo desde ya.
Y será que otra vez es sábado y sólo pienso en que me mire y vuelva a preguntarme si me siento agusto con él. Porque ya no recuerdo como eran mis fines de semana antes de que él reapareciera ese 20 de noviembre.


Unidos uno a uno, por ahora no sumar...

lunes, 21 de febrero de 2011

Esto es amor o necesidad...

Lunes con forma de domingo. Incluso diría que tengo resaca. Ya no sé si es resaca de calimocho, cerveza o de él. Tal vez sea lo último que se me junta con esa idea de que cada noche, es la última.
Dicen que la última noche duele más, pero ¿cómo sabré que todo se acaba?
Me angustio. Me angustio incluso más que cuando le veo besar a otras.
Y me arriesgo a decir que no siento nada por él mientras me hablan de su barrera y su afición por dominar la situación.
Muero si no le vuelvo a ver...
Sólo quiero volver a vivir o revivir esos momentos de silencio, de su mano agarrando con fuerza la mía, de los besos delicados, de las miradas en la oscuridad, de las tiernas despedidas, de los encuentros llenos de vida, de sus palabras al oído, de sus labios rozando los mios, de su locura transitoria como la mía... Sólo quiero que siga regalándome segundos, minutos y horas de su vida.


Y, tengo tanto miedo de que olvides el camino de regreso... sin mí.

Tengo miedo, tengo frío y dudo,
y hago repaso.
Fugaz e indeterminado, como un sueño ha comenzado
esta historia y no sé, en verdad, si fue real.

Quién me iba a decir que te iba a encontrar una noche casual,
yo ejerciendo de torpe sentimental.
"¿Qué haces aquí? A punto estaba de marcharme,
qué bueno es encontrarte".

Y tú y yo inmóviles, y en torno a nosotros
giraban colores, pasaban horas, rostros.

Pasaban horas, rostros.

Pero nada de esto era importante,
"así que háblame de ti y no pares".
Apenas te dejaba la música con su metralla.
"Cuéntame cómo era todo antes".
Aunque seriamente dudo si en verdad hubo un antes,
sólo recuerdo bien, con nitidez, que hubo un después.

Entre empujones, entre la gente,
me acerco torpemente con taquicardia adolescente,
en aquel bar donde no entra ni un rayo de luz,
sé que fuera, sé que fuera amanece.

domingo, 20 de febrero de 2011

Hazle trampas al sol y, por favor, que no salga hoy



Llevame a los bares más oscuros, vamos a fumarnos la ciudad,
vamos a bebernos tu y yo el mundo, vamos a esquivar la soledad.
Vamos a dormir en los portales, allí donde nadie pueda entrar.
Cantaremos cuentos por las calles, de esos que siempre terminan mal.
Hazle trampas al sol y que no salga hoy a joder nuestro mundo,
dame un poco de calor para este corazón que va buscando abrigo.
Que no pasen las horas, que nos pille la lluvia cantando a las farolas.
Que nos lleven las olas, que yo duerma contigo, que tú no duermas sola...





El viernes pedí que no apareciera por mi lado, pero nada ni nadie me hizo caso. El sábado la idea de pasar la noche de su cumpleaños con él, me parecía descabellada.
Hago un sólo recuerdo de las dos noches. Tengo miedo de seguir enganchandome a alguien tan poco recomendable.
Hablan que tiene una barrera, que parece frío y que le gusta dominar la situación. En eso nos parecemos pero mi barrera está a punto de derribarla y aunque sea él quien domina nuestra situación, me dejo.
Cuando apareció lleno de carmín me sentí mujer casada mientras le borraba las marcas con el dedo. Pero me abrazó cuando le felicité y me llenó como sólo él sabe hacer...
Y dormimos juntos porque él demandaba un regalo de cumpleaños que yo estaba más que dispuesta a ofrecerle. Y nos miramos en el claroscuro de su habitación mientras me daba la mano y comentaba que debíamos repetirlo más a menudo y entresemana.
Me fui a mi casa con el corazón blandito. Corazón que, como siempre, se tensará al verle regalando besos a otras...

Felicidades escritor :)

miércoles, 16 de febrero de 2011

Es el destino quien nos lleva y nos guía

''Nos dijimos adios y pasaron los años,
volvimos a vernos una noche de sábado,
otro país, otra ciudad, otra vida,
pero la misma mirada felina.
A veces te mataria, y otras en cambio te quiero comer,
ojillos de agua marina.''

¿Cómo decirte que me has ganado poquito a poco? Tú, que llegaste por casualidad...

Suena descabellado. El imposible de los imposibles. La noche del sábado, la madrugada del domingo, tu cumpleaños. Y te imaginas despertar conmigo, que te mire a los ojos en el claroscuro de tu habitación y pueda felicitarte... Te habré regalado otra de nuestras noches. Mi presencia, toda para tí.

martes, 15 de febrero de 2011

La melancolia es un licor bien caro

Nunca de nadie, dueña de todo, de lo imposible, de lo irreal...

Es esa historia que se repite, el mismo principio y el mismo final.
Con este defecto de fábrica desde que tengo uso de razón. Defecto de ilusionarme demasiado con quien no debo, defecto de rozar la obsesión, defecto de agobiarme si todo es al contrario.
Juego a ser libre encadenandome aleatoriamente. Juego a no tener compromisos. Juego, pero juegan conmigo. La libertad es una amiga traidora...
Con el corazón más que curtido voy buscando nada, porque nada termina de llenarme lo suficiente. A veces, a veces lloro.
Y duermo acompañada de vez en cuando, y me despierto abrazada a quien a veces me hace llorar.
Y sueño con muchos imposibles.
Y echo de menos el pasado cada día, cada tarde y cada noche.
Tal vez algun día todo siga su cauce y la vida no me vaya tan mal, y los besos ya no los tendré que alquilar.

lunes, 14 de febrero de 2011

Fredy

Siempre he odiado el día de San Valentín y, quizá, este año con un poco más de razón.
El año pasado se hizo especial. Eran carnavales y celebrabamos fin de exámenes. Recuerdo que yo estába despechada, pero Freddie Mercury me 'arregló' la noche.
Tras diez meses de idas y venidas, de altibajos, de tardes amargas... se acabó lo que nunca había empezado.
Yo odio que me corten la alas y me pongan lazadas, él no lo entendió. Poniendome en su pellejo, yo tampoco hubiera sido capaz de entenderlo. Aun así caí en el tópico y pensé que sería mejor ser amigos, algo que él me reconoció que nunca habíamos sido.
Decía que no quería ser el chico de los sábados, para mí lo era. Quizá ese fue el principal problema, la falta de seriedad en esa relación por mi parte. Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
Ya no tenemos ni canción, ni noches de sábado, ni recenas con huevos fritos, ya no se me pega tu olor en la ropa y tú intentas olvidar el mío, ya no nos hablamos, nos miramos de reojo, ya no soy tu gorrión.

Y aunque tú no lo creas, disfrazado de odio tengo un pequeño sentimiento de cariño hacia tí. Porque he de reconocer que hasta que no llegaste tú, nadie había sido capaz de aguantarme.
Por todo y por nada, el día va dedicado a tí. Y no tiene nada que ver que sea 'el día de los enamorados'.

domingo, 13 de febrero de 2011

Eva enamorada

Acabamos de hacerlo, ya temo perderlo no quiero quererlo. Se abraza a mí, parece que duerme, ya puedo romperme. -No tendrás que quererme- dice. -Yo te querré a ti. No hay divinas señales, sólo dos animales, posturas anormales para deshacer los enredos, las venas, los tendones, cadenas que atan la pena de lo que no es.
¿Qué brilla en la oscuridad? El aliento contenido desde la pubertad, es el pulso impreciso que se tiene a esta edad.
Con la piel bendecida él dice -mi vida. Es pequeña la herida casi no se ve. El árbol florece, otra manzana crece, ya sé lo que parece, pero no lo es. Ni comen, ni beben, aún no se atreven, ¿no saben que tienen ya su cacho de edén? ¿Qué es lo que temen? Una gota de semen hará que se quemen siglos de fe
¿Qué brilla en la oscuridad? El aliento contenido desde la pubertad, es el pulso impreciso que se tiene a esta edad.
Si la luz miente es que esto será la verdad.



Me siento un poco Eva enamorada. Él es mi Adán, su habitación nuestro cacho de edén. No hay divinas señales, sólo dos animales, posturas anormales... Acabamos de hacerlo y ya temo perderlo. Hace un par o tres de semanas que no piso nuestro cacho de edén, pero ayer jugó pensando en que caería en la tentación de sus besos. Caí porque soy realmente débil, pero más débil me volví a ver que regalaba besos a otra ''Eva enamorada''.
Menos mal que sé a ciencia tan cierta que cualquier otro sábado acabaré por morder la manzana y seré feliz por unas horas. Es el pulso impreciso que se tiene a esta edad...

domingo, 6 de febrero de 2011

... y lo sabes

Diré que la noche de ayer fue diferente. Diferente a los últimos sábados en los que sólo me centraba en él y el momento de marcharnos a su casa. Diré que ese pálpito que tenía se cumplió, bendita intuición femenina. También diré que me lo tomé bastante bien el hecho de no verle aparecer. La compañía de esta noche, no tiene nada que envidiarle, nada. Y volví a mi infancia (y a la parada de autobús) cruzando las calles de la ciudad montada en una bici conducida por un guapo rastas de ojos verdes.
Lo describiría como una noche que tal vez no cumpliera mis espectativas, pero que me abrió los ojos. Porque muchas veces no veo ni lo que tengo delante, y porque un mechero es más que una excusa para conocer a alguien.

sábado, 5 de febrero de 2011

Y alargar este momento aunque su tiempo ya hace tiempo que pasó

Hoy voy a callarme porque es sábado,
voy a dejar para mañana lo que tengo que decir,
que los domingos por la tarde son más tristes,
y mucho más tristes que serán cuando ya no estés junto a mí.

Voy a callarme, que hoy es fin de semana,
y el domingo a la mañana cuando no hay despertador,
y te levantes despistada y con resaca,
voy a mirar tu cara linda y a ver si tengo valor.


Sí, voy a callarme porque es sábado. Porque a mí los sábados me abren un profundo agujero en el estómago y siento un vacío que sólo él sabe llenar. Porque hay imposibles que por mucho que lo intentemos, no dejarán de serlo. Porque me he mal acostumbrado a su boca y a sus manos. Y no concibo el despertarme un domingo si no es con él en la cama.
Pero esta noche no sé si hacer mucho caso a esa intuición femenina que me dice que no estará, aunque me he propuesto dormir sóla y en mi cama para recapacitar sobre una situación que, el día que me falte, hará que el profundo agujero de mi estómago me atraviese por completo.

No estoy segura si hoy en el camino de vuelta a casa me dará por Ismael Serrano, Dani Flaco o Love of lesbian...

No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...