miércoles, 16 de febrero de 2011

Es el destino quien nos lleva y nos guía

''Nos dijimos adios y pasaron los años,
volvimos a vernos una noche de sábado,
otro país, otra ciudad, otra vida,
pero la misma mirada felina.
A veces te mataria, y otras en cambio te quiero comer,
ojillos de agua marina.''

¿Cómo decirte que me has ganado poquito a poco? Tú, que llegaste por casualidad...

Suena descabellado. El imposible de los imposibles. La noche del sábado, la madrugada del domingo, tu cumpleaños. Y te imaginas despertar conmigo, que te mire a los ojos en el claroscuro de tu habitación y pueda felicitarte... Te habré regalado otra de nuestras noches. Mi presencia, toda para tí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...