volvimos a vernos una noche de sábado,
otro país, otra ciudad, otra vida,
pero la misma mirada felina.
A veces te mataria, y otras en cambio te quiero comer,
ojillos de agua marina.''
¿Cómo decirte que me has ganado poquito a poco? Tú, que llegaste por casualidad...
Suena descabellado. El imposible de los imposibles. La noche del sábado, la madrugada del domingo, tu cumpleaños. Y te imaginas despertar conmigo, que te mire a los ojos en el claroscuro de tu habitación y pueda felicitarte... Te habré regalado otra de nuestras noches. Mi presencia, toda para tí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario