Siempre he odiado el día de San Valentín y, quizá, este año con un poco más de razón.
El año pasado se hizo especial. Eran carnavales y celebrabamos fin de exámenes. Recuerdo que yo estába despechada, pero Freddie Mercury me 'arregló' la noche.
Tras diez meses de idas y venidas, de altibajos, de tardes amargas... se acabó lo que nunca había empezado.
Yo odio que me corten la alas y me pongan lazadas, él no lo entendió. Poniendome en su pellejo, yo tampoco hubiera sido capaz de entenderlo. Aun así caí en el tópico y pensé que sería mejor ser amigos, algo que él me reconoció que nunca habíamos sido.
Decía que no quería ser el chico de los sábados, para mí lo era. Quizá ese fue el principal problema, la falta de seriedad en esa relación por mi parte. Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
Ya no tenemos ni canción, ni noches de sábado, ni recenas con huevos fritos, ya no se me pega tu olor en la ropa y tú intentas olvidar el mío, ya no nos hablamos, nos miramos de reojo, ya no soy tu gorrión.
Y aunque tú no lo creas, disfrazado de odio tengo un pequeño sentimiento de cariño hacia tí. Porque he de reconocer que hasta que no llegaste tú, nadie había sido capaz de aguantarme.
Por todo y por nada, el día va dedicado a tí. Y no tiene nada que ver que sea 'el día de los enamorados'.
El año pasado se hizo especial. Eran carnavales y celebrabamos fin de exámenes. Recuerdo que yo estába despechada, pero Freddie Mercury me 'arregló' la noche.
Tras diez meses de idas y venidas, de altibajos, de tardes amargas... se acabó lo que nunca había empezado.
Yo odio que me corten la alas y me pongan lazadas, él no lo entendió. Poniendome en su pellejo, yo tampoco hubiera sido capaz de entenderlo. Aun así caí en el tópico y pensé que sería mejor ser amigos, algo que él me reconoció que nunca habíamos sido.
Decía que no quería ser el chico de los sábados, para mí lo era. Quizá ese fue el principal problema, la falta de seriedad en esa relación por mi parte. Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
Ya no tenemos ni canción, ni noches de sábado, ni recenas con huevos fritos, ya no se me pega tu olor en la ropa y tú intentas olvidar el mío, ya no nos hablamos, nos miramos de reojo, ya no soy tu gorrión.
Y aunque tú no lo creas, disfrazado de odio tengo un pequeño sentimiento de cariño hacia tí. Porque he de reconocer que hasta que no llegaste tú, nadie había sido capaz de aguantarme.
Por todo y por nada, el día va dedicado a tí. Y no tiene nada que ver que sea 'el día de los enamorados'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario