sábado, 28 de enero de 2012

Llega tarde el 28...

Revivo aquella noche en que olvidamos lo demás, el cielo se volvió rojo al sol vimos bostezar. Se ha perdido entre la gente, me he perdido yo también. Ya se ha ido el 28 la memoria de un ayer. Y empecé a recordar y paseé por mi mente y encontré aquel rincón que te dejé, dónde guardo los momentos que no olvidé.
Sí, quiero saber si tú también recuerdas algo de aquel café que espero a veces sin entender porqué...




Otro 28 de enero. Esta vez domingo. Aquel año, era lunes.

viernes, 27 de enero de 2012

Frágiles

Somos frágiles, sometemos nuestros cuerpos a sobredosis de emoción y de distancias largas que nos matan lento... No tenemos tiempo, no tenemos tiempo...






Hubo un instante en que el tiempo se paró para comenzar a ir hacia atrás, o de nuevo hacia delante, ya no lo recuerdo. Hubo un instante dividido en tres o cuatro momentos. 
Tú, que he llegado a entender que siempre consigues lo que te propones y yo, que no podía quedarme con esa curiosidad. El resto se lo dejamos al destino y la casualidad, junto al mar y la arena.
Ahora me arde la piel y me cuesta tirar de esa soga que ata los minutos, las horas, los días que quedan para vernos. Pero sé que no desistiré, no hasta que te vea bajar de un autobús o sea yo la que me baje. No hasta que de nuevo el espacio-tiempo se reduzca a un momento en que volvamos a estar juntos.
Aunque a veces me hunda, aunque a veces todo se vuelva negro, aunque a veces se me coman las dudas.  Aunque tú tengas miedo, aunque yo lo tenga. Mientras estés tú en esta historia, siempre conseguiré salir a flote.

domingo, 22 de enero de 2012

Y no sabes cuánto escuecen estos meses...

Yo soporto esta abstinencia porque tengo en la cabeza un corazón para pensar y no sabes cuánto escuecen estos meses caminando de puntillas para no romperlo más...


Un mes. 
Treinta días con sus veinticuatro horas cada uno y sus mil cuatrocientos cuarenta minutos y sus ochenta y tantos mil segundos. 
Quinientos kilómetros.
Cientos, miles, millones de ganas.


miércoles, 18 de enero de 2012

Debería estar cansada...

Debería estar cansada de tus manos, de tu pelo, de tus rarezas... pero quiero más.
Estoy segura de que no puedo vivir sin ti, no hay manera.




Hacía años que no hacía una cuenta atrás. Una vez me prometí no volver a hacerlo nunca más, porque al final acababa por no merecer la pena.
He vuelto por momentos a esa no tan lejana adolescencia que viví entre calendarios, meses más y meses menos. La ignorancia del momento y la ingenuidad me hizo creer por aquel entonces que todo era real. Camino de cinco años después, y aunque no me arrepiente de nada, me veo más absurda si cabe. Aquella historia que nació fruto de la casualidad o del destino en un punto cualquiera del camino, que se alargó en silencio con los meses, que tuvo sus encuentros y desencuentros, que sobrevivió durante años a pesar del tiempo y de la distancia. La historia perfecta creía yo. Siempre pensé que él me esperaba allí, en ese octavo (o noveno) de la avenida Madrid, con su moto en el garaje dispuesto a enseñarme Barcelona una y otra vez. Recuerdo el día que se me cayó el mundo encima (uno de muchos) y fue el último de esa larga lista de lloros. Nunca más volví a derramar una lágrima por él.
Se ve que al destino (o casualidad) le debía de hacer gracia cómo hacía frente a estas circunstancias que, un año después de jurarme y perjurarme que no recaería en nada parecido, caí de nuevo. Podría haberlo evitado, pero algo en mi interior tiraba con más fuerza... así que me lancé y casi medio año después, aquí estoy, a 500 kilómetros de sus manos, pero sintiéndole cerca en la distancia.
Y no me imagino que todo fuera de otra manera, lo he convertido en parte de mi vida y no puedo vivir sin él.

domingo, 15 de enero de 2012

Miedo

Ya no sé si te tengo o te pierdo en cada intento de tenerte. Yo también tengo miedo.

''Supongo que hay personas que están destinadas a estrella fugaz...''

No quiero despertar una mañana y simplemente recordarte. Pensar que todo quedó atrás, que todo lo que debía ser vivido, se vivió.
Tengo miedo a pensar que por ahí puede existir otra persona que me haga sentir todo esto que ahora siento por ti, que no eres único. Tengo miedo a que tengas un suplente y que otra me sustituya a mí.
Tengo pánico a que esa exclusividad que tienes en mi cabeza y corazón quede reducida a cenizas del pasado.
Tengo miedo, como tú, a que un día cualquiera no sepa que contarte y se acabe todo.


miércoles, 11 de enero de 2012

El tiempo debe detenerse


El pensamiento es el esclavo de la vida. Esto es evidente. Pero si al mismo tiempo no fuese algo más, no podríamos hacer ni siquiera esta generalización parcialmente válida. El significado de la segunda clausula es principalmente práctico. La vida es juguete del tiempo. Por el mero hecho de esfumarse, el tiempo convierte en un absurdo todo el planteamiento consciente de la vida. Y sin embargo, la única fe de una mayoría de europeos y de los americanos del siglo veinte es una fe en el futuro... por el cual están dispuestos a sacrificar su única posesión tangible; el Presente... pero... el tiempo debe detenerse... Solamente tomando en cuenta el hecho de la eternidad podremos liberar al pensamiento de la esclavitud de la vida. Y solamente entregando deliberadamente nuestra atención y nuestra fe a la eternidad podremos impedir que el tiempo convierta nuestras vidas en una bufonada diabólica. -Aldous Huxley-

martes, 10 de enero de 2012

Tú eres eso


''Si tuviera que elegir entre lo que tengo, si tuviera que decir lo más bonito que yo llevo dentro, aunque hay días que a tu lado desfallezco, aunque hay cosas tuyas que aún hoy no comprendo. Y si tuviera qué decir que es, tú eres eso.''


Nunca nadie me había hecho crecer tanto como persona. Nunca me había conocido a mí misma tanto como hasta ahora, al conocerte a ti. No tenemos nada y lo tenemos completamente todo. La relación que todo novio y novia querría tener, la complicidad de una amistad forjada con los años.
Sólo nos falta tiempo.
Nos sobra distancia.
Pero también nos sobran las ganas y a ti te sobran virtudes de esas con las que camuflas todos los posibles defectos que pudieras llegar a tener.
Supongo que estos 20 años de espera dieron su fruto aquel 2 de agosto. Eres tú. La certeza de que el destino existe y que aun queda gente que merece la pena. Eres mi meta. Eres la gasolina que me ayuda a seguir cada día. Eres muchos recuerdos porque también eres cientos de kilómetros. Eres para mí quien ni te imaginas, aunque sepa que yo para ti soy también algo.
Eres tú, quien me dijo que la felicidad no tenía ni forma ni color, ese chico que no tuvo miedo a escribirme un capítulo entero del Principito y pedirme ser una de mis rosas y que, casi sin conocerme, me hizo llorar.

Ten por seguro que hoy en día, en mi pequeño planeta sólo existe una rosa a la que riego cada día y sigo poniéndole el biombo para que no le de el aire y le pongo su globo para que no le ataquen las bestias, y esa flor eres tú.

viernes, 6 de enero de 2012

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Construyo muros en mi corazón, sólo para ver a quién le importa lo suficiente... como para derribarlos.


Azul.

lunes, 2 de enero de 2012

Juntos a 500 kilómetros

Empecé el año con él. Nos separaban más de quinientos kilómetros, pero estábamos juntos. Supongo que teníamos más ron que sangre y por eso, perdimos la noción del tiempo al teléfono. Nuestra primera conversación del año.
Lejos de felicitarnos el año nuevo nos preguntamos qué éramos y engañándonos mutuamente llegamos a la conclusión de que amigos era la palabra que nos definía, mal, pero nos definía. Estuve más sincera de lo habitual y nos dijimos demasiadas cosas. Lloré por primera vez en el año.
A las nueve de la mañana aquellas lejanas palabras te parecieron un error y cada uno desde nuestra cama nos demostramos que, aunque solos, íbamos a dormir sabiendo que nos íbamos a esperar durante estos meses de exámenes. 

Yo sigo pensando lo mismo que en aquellos momentos en los que no hablaba yo sino mi corazón. Y estoy segura de que tú, sientes lo mismo. Dices que tienes una barrera, pero con un poco más de fuerza, conseguiré derribarla, tú tranquilo.
Llámalo amigos, amigos especiales, novios,... llámalo como quieras, yo contigo soy feliz. Y no pienses en cuando acabe todo sin ni siquiera haber empezado, estamos hechos de presente.

No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...