jueves, 29 de septiembre de 2011

¿Y no es importante que yo conozca una flor única en el mundo, que no existe en ninguna parte, salvo en mi planeta, y que un corderito puede aniquilar una mañana, así, de un solo golpe, sin darse cuenta de lo que hace?

''Si alguien ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mire a las estrellas. Se dice: 'Mi flor está allí, en alguna parte...' Y si el cordero come la flor, para él es como si, bruscamente, todas las estrellas se apagaran. Y esto, ¿no es importante?''


Hace casi dos meses que una flor, una rosa, apareció en mi pequeño planeta (esa brizna que no se parecía a las otras briznas).
Ahora me preocupo mucho por ponerle el biombo cada día y resguardarla del viento, la riego cada mañana para que en ningún momento tenga sed y cada noche, le pongo su globo para evitar que ninguna bestia le pueda atacar, pues sólo tiene cuatro espinas...


No sé si será excesivamente malo tener este complejo de Principito. Nunca había sido tan Principito como hasta ahora, hasta que él se ha cruzado en mi camino y ha hecho que cada palabra suya haga crecer mi curiosidad. Ahora soy como ese pequeño niño que tanto pregunta y tan poco responde. Que adora las puestas de sol porque son tristes. Que lo da todo por una flor sin esperar nada a cambio.
Porque una vez me dijo un zorro que las personas ya no tenían tiempo de conocer nada y yo, todo el tiempo que tengo lo estoy invirtiendo en conocer y domesticar a ese ser (esa flor) que tan inocentemente me ha robado parte del corazón. 

domingo, 25 de septiembre de 2011

Que los domingos por la tarde son más tristes

''Voy a callarme porque es sábado...''

Tenía una excusa preparada: echarle la culpa a esas dos cervezas de más. Se me había llenado la cabeza de melancolía y recordando que hace una semana quien me acompañaba eras tú, decidí hacértelo saber. 
La excusa fue barata, casi gratuita, pero te la creíste y así pude decirte que estaba triste. Será que pasaban ya las seis de la mañana o que por tus venas también había más alcohol que sangre, no lo sabremos, pero de algo estábamos seguros y era que nadie de nuestro alrededor pasaba ese listón que tan alto nos hemos puesto.
Tú lo llamas filtro de selección, yo lo llamo que me encantas. 
Y podría habersenos hecho de día al teléfono de no ser porque se te acabó la batería, pero aunque fuera por unos minutos, dieciséis para ser más exacta, estuvimos juntos en la distancia.

Siento si no te habías creado expectativas, de esas que yo tengo muchas, y se te han roto un poco los esquemas. Siéntete un poco como yo, descuadrada, perdida, ilusionada, desconcertada, pesimista, optimista, pero feliz. 

Iba a callarme por ser sábado, pero no he podido.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Casualidad o destino

Me gustaría pensar que no, que no fue fruto de la casualidad y que, en algún lugar, que todo el mundo desconoce, estaba escrito que debíamos encontrarnos.
La primera vez que nos miramos, ninguno de los dos era capaz de llegar a imaginar lo que horas más tarde sucedió. Tal vez los planetas ser alinearan esa noche con el fin de que todo fuera bien, pero tras cruzar unas palabras fuimos incapaces de pararnos.
Aun recuerdo con mucha nitidez aquel abrazo en la playa.
Ahora me confiesas que hubo premeditación por tu parte y que, te alegras de haber hecho las cosas como las hiciste.

No han pasado ni dos meses y aunque para mí, cada día lejos de ti ha sido una eternidad, no lo cambio por nada. Sé que es una situación más que difícil, que tal vez ni yo sea capaz de soportarlo, sé que la distancia seguirá haciendo de las suyas, pero también sé que yo también haré de las mías.

Ahora te espero como agua de mayo. Espero volver a mirarte, volver a besarte y que me pares, espero volver a sonreírte y que me sonrías, que nos acariciemos las manos.
Espero y te espero. Aunque los 'expertos del corazón' sigan diciéndome que no eres el amor de mi vida y que no, no eres perfecto. Pero va a ser por todo eso y más que tanto me gustas, porque no eres el amor de mi vida (o sí) y porque no eres perfecto, y en esa imperfección está tu belleza para mí.

Me he dado cuenta después de 400 kilómetros que si, al final del trayecto tú me esperas, cualquier viaje merecerá la pena. 
Y me gustaría pensar que no, que nada fue casualidad y el destino, jugó en nuestro favor aquel día de agosto.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Después de todo, después de nada

Tengo el corazón a punto de estallar...
Estoy llena de lágrimas y la piel aun me huele a todas sus caricias, a sus manos.
No puedo pensar con claridad y me duele la boca de tanto besar.
Demasiados momentos en tan sólo tres días. Demasiados besos. Demasiadas miradas. Demasiadas sonrisas.
Ahora que alguien me explique cómo despertar mañana sin sus brazos rodeando  mi cintura. Que alguien me explique si será posible que otro traspase el listón que él ha dejado tan alto... (tengo el listón allá en Plutón...).
Estoy muerta de miedo. No quiero perderle. Tengo mucho frío.
Otra vez con más de 400 kilómetros de por medio, cuando estos días lo único que nos ha separado ha sido un cojín y una butaca de cine. Menos mal que en unos días volvemos a romper la distancia, menos mal que yo sé que te voy a esperar.
Gracias por esa noche en la luna, por esa mañana en nuestra cuarta dimensión, por tus despertares, por las tardes brindando (mirándonos a los ojos) con sidra, por los cubatas de ron con cocacola y ese toque de limón,  gracias por sacarme de quicio, por hacerme sonreír de esa manera, por conocer mis puntos débiles,... Gracias por ser como eres y por como me haces sentir cuando estoy contigo. Gracias por valorarme de esa manera.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Siempre que quieras ven a jugar conmigo

No, no estoy enamorada. No lo hago por ligar contigo. No he cambiado desde que nos conocimos. Es sin más.

Así soy yo, tan llena de miedos como peces hay en el mar. Sí, te he mentido desde el momento en que una canción te lo ha dicho todo, pero yo lo he negado. Inesperado, sigues siendo lo más inesperado. Mientras tanto, sigues engatusándome sin compasión y sin ser consciente de ello.
Tenía muchas expectativas, de esas que tú dices que es mejor no tener. Maldita constitución del cerebro, tú lo has dicho. Sin embargo, ahora, de repente, me siento estúpida. Tonta. A cinco días de vernos y rompería los billetes. Porque me huele a decepción, a lágrimas, a ese nudo en el estómago, a querer y no poder. Y sé que no es por ti, también sé que nunca me decepcionarías, que tengo la virtud maligna de conocerte demasiado en tan poco tiempo, que me muero por besarte. Sé de más de 400 kilómetros. 
¿Enamorada yo? 
Pase lo que pase, pasearé por la luna contigo y me agarraré muy fuerte para que no me pierdas tan pronto. Me devolverás la canción entre la borrachera del viernes y la del sábado. Leeré tu libro. Pase lo que pase, siempre me quedará todo lo que tenemos, que no es poco y aunque tampoco es mucho, me encanta.


Que me vale cualquier jeringuilla para inyectarme tu risa y dejarla volar dentro del pecho donde hay tanto, tanto, tanto, tanto viento.

viernes, 2 de septiembre de 2011

El cielo acostado detuvo el tiempo en el beso y, ese beso a mí en el tiempo

Hoy hace exactamente un mes. A estas horas ya estábamos (aleatoriamente o no) sentados en el paseo, yo a tu izquierda, tú a mi derecha.
No sé ni cómo, ni qué, ni cuándo, ni porqué. No sé si fue el calimocho, el 43, el ron, la coca-cola o el vino a palo seco. No lo sé. Lo único que sé es que ahí empezó todo.


''Hay algunos primeros besos que hacen que tu vida entera se desequilibre. Incluso si uno no quiere aceptarlo, es así. Esos primeros besos te pillan por sorpresa, sin previo aviso.''


Gracias por desequilibrar mi vida entera y toda mi existencia. Gracias por esto que tenemos, aunque sea nada. Gracias, gracias y gracias al universo por conspirar ese día y poner en mi camino alguien como tú, tan 'para mí'.


No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...