Tengo el corazón a punto de estallar...
Estoy llena de lágrimas y la piel aun me huele a todas sus caricias, a sus manos.
No puedo pensar con claridad y me duele la boca de tanto besar.
Demasiados momentos en tan sólo tres días. Demasiados besos. Demasiadas miradas. Demasiadas sonrisas.
Ahora que alguien me explique cómo despertar mañana sin sus brazos rodeando mi cintura. Que alguien me explique si será posible que otro traspase el listón que él ha dejado tan alto... (tengo el listón allá en Plutón...).
Estoy muerta de miedo. No quiero perderle. Tengo mucho frío.
Otra vez con más de 400 kilómetros de por medio, cuando estos días lo único que nos ha separado ha sido un cojín y una butaca de cine. Menos mal que en unos días volvemos a romper la distancia, menos mal que yo sé que te voy a esperar.
Gracias por esa noche en la luna, por esa mañana en nuestra cuarta dimensión, por tus despertares, por las tardes brindando (mirándonos a los ojos) con sidra, por los cubatas de ron con cocacola y ese toque de limón, gracias por sacarme de quicio, por hacerme sonreír de esa manera, por conocer mis puntos débiles,... Gracias por ser como eres y por como me haces sentir cuando estoy contigo. Gracias por valorarme de esa manera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario