jueves, 28 de abril de 2011

Ya se que la vida es bastante dura, pero siempre no va a ser así. A veces a la suerte le da por darme un respiro, a veces hasta me deja vivir...


Tu me preguntas qué estoy buscando, o más bien, que qué espero que me encuentre a mí. Siendo sincera un 'tú' hubiera sido la respuesta perfecta o correcta, pero haciendo alarde de mis innatas dudas te contesté con un 'no sé'.
Tenerte de frente, que me acaricies el hombro, me beses la nariz sujetando con fuerza mi cara, reírnos mutuamente el uno del otro, que hagas ceros con el humo, verte mover las rastas, rascarte la espalda, madrugar o no dormir para ver la fórmula uno, beber cervezas, hablar filosóficamente sobre sexo, planear viajes, tardes, noches, mañanas, cruzar en rojo la calle corriendo mientras me coges de la mano, morderte y que me muerdas, amanecer contigo, anochecer juntos, mirarte en silencio y que me mires, abrazarte con fuerza,... y podría seguir haciendo una eterna lista con cosas que busco o que, tal vez, ya he encontrado contigo y no quiero que cambien. Porque a la pregunta de qué busco en un chico, sólo soy capaz de responder con un nombre propio con ojos verdes.

jueves, 21 de abril de 2011

Iría hasta el mismo infierno por medio minuto más

Y yo con cara de idiota... de eso estoy segura.

Llorar, llorar hubiera sido la solución más fácil. Arrepentirme y con eso, reconocer que una vez más había vuelto a equivocarme. Además, equivocarse es de sabios y por ello, debo ser una de las personas más sabias en estos momentos.
Al principio no quieres ni pensarlo, miento, solamente piensas que por fin has acertado en tu elección. Que en la variedad está el gusto y que de tanto y tanto buscar, lo has encontrado. 'Este es diferente'. Sí, diferente. Diferente en apariencia y eso es lo que más te gusta, diferente en cuanto a gustos, en forma de vestir, incluso diferente en cuanto a sus estudios.
Una tarde más que perfecta y ya tienes una excusa para montarte todo el tinglado en tu cabeza. Luego llega el fin de semana, unas cuantas cervezas más y al chiringuito ya le has puesto hasta adornos.
La hostia llega tarde y te das cuenta de que estaba más que cantada. Que tenías todas las papeletas para que te tocara de nuevo la lotería y, con tu buena suerte, ¡enhorabuena, el primer premio!. Entonces vienen los lloros, esos que no me esperaba porque tras tanta perfección era imposible una tara así. Y tras los lloros los arrepentimientos y el 'quién me mandaría a mí'. Luego los odios, los golpes, el releer de mensajes, unes cabos, desatas lazos, lloras otra vez, golpeas la mesa, miras una foto, otra... y es entonces cuando el masoquismo se apodera de ti con tanta fuerza que eres incapaz de sortearlo y te llena por completo. Te refugias en el 'bah, si me da igual' y sales a la calle más ancha que larga, pero sabiendo que a la mínima te vuelves a casa corriendo.
El tiempo pasa, y tu te niegas a aceptar la cruda realidad y sumida en el masoquismo innato vuelves a tenerle de frente. Podrías soltarle todo de golpe, que no le diera tiempo a reaccionar ni a prepararse una excusa, pero prefieres tumbarte en la hierba y abrazarle, como si no pasara nada. Y te invita a su casa, y vas, porque interiormente hay una esperanza, un coraje que te llena haciendo creer que algún día te dirá lo mucho que te quiere y que no puede estar sin ti. Y te utiliza, un día más y un día menos, sabiendo que llegará el lunes o el jueves, el martes o el miércoles o te reservará para el fin de semana y tu estarás ahí, esperando su llamada. Llamada que aceptarás, como todos y cada uno de sus planes, solo por un beso que te de un poquito de fuerza para tirar pa'lante.
Seguir engañada, pero feliz. Porque ya son muchos palos y otra historia así, no va a acabar contigo. Que ya tengo el corazón más que curtido y, aunque lleno de arañazos y cicatrices, sigue haciendo su función. Y porque no me rindo, que la esperanza es lo último que se pierde, y si me he convencido de que es diferente, tal vez sea tan igual como los demás, pero esperaré a que me lo demuestre. Porque llorar hubiera sido el camino más fácil y con ello, arrepentirme.

martes, 19 de abril de 2011

''Esto es una historia de chico conoce a chica. Pero más vale que sepáis de entrada que no es una historia de amor''

Si Tom había aprendido algo, era que no se podía atribuir una importancia cósmica a un simple acontecimiento terrenal. ¿Casualidad? A eso se reduce todo, nada más que casualidad. Tom por fin había aprendido que no existían los milagros, que no existía el destino, que nada estaba predestinado. Lo sabía... Ahora estaba seguro de ello.


Y al final, ella se casa con otro y él, encuentra a otra dándose cuenta de que el destino no existe y que todo, es pura casualidad.

domingo, 17 de abril de 2011

No sé cómo convencerte de compartir los febreros

No te pierdo de vista y ya te echo de menos...

No me importa hasta dónde vaya a llegar todo esto. No me importa que incluso vaya a tener un fin. Porque lo único que me importa en estos momentos es el camino, el viaje. Seguir compartiendo tardes, noches, cervezas, cigarros, besos, mordiscos, miradas, risas, abrazos, silencios,...

'Sé que si nosotros quedásemos todas las tardes a tomar un café en el mismo sitio, no nos aburriríamos. '

viernes, 15 de abril de 2011

Con la piel igual de fría....

Por fuera hay que ser duro como el asfalto, con la piel igual de fría que si fuéramos lagartos. La vida siempre va a destiempo, como el riff de esta canción, por eso miénteme y dime que nos veremos. Tan sólo unas horas y ya te echo de menos. Me columpio con la esperanza de que mañana sea mejor.



Ser frío no es un don, es un método de defensa. Hay quien por suerte, nunca llega a desarrollarlo. Yo por desgracia, estoy harta de estar siempre a la defensiva.
Y este tipo de defensa personal es el que me hace ser como no quiero por el miedo a dar más de lo que pueda recibir. Incluso él me dijo que soy fría. ''por eso miénteme y dime que nos veremos.'' Sólo necesito que siga pasando el tiempo y si es a su lado, mejor, así el frío irá dejando paso a ese calor infernal que hemos irradiado más de una vez juntos.





martes, 12 de abril de 2011

Quizá no importa el sitio y eso está de más

Ha sido una tarde inolvidable
como todas las que pasan en un parque.
¿No serás tú? ¿No serás tú?
Quizás no importa el sitio y eso está de más.
Si de todos mis delirios y mis cuentos
sólo el tuyo ha mejorado el argumento,
¿no serás tú?, ¿no serás tú?
Quizás no importa el tema y eso está de más.


Cada primavera que ha pasado he rabiado al ver que, un año más no cumplía mi sueño. Un sueño tonto, un capricho, un algo que... siempre he querido hacer: tumbarme en la hierba de un parque, al sol y sobre todo, acompañada por esa persona especial. Puedo decir que ya está, que ya lo he hecho, tal vez me ha sabido a poco, pero ese momento en que me cegaba el sol y tenía su brazo sobre mi cintura valía millones. Parar el tiempo es lo que debería de haber hecho. Y mientras tanto sonaba de fondo una frase que iba dedicada a él: ¡...y esta canción es pa que recuerdes los buenos ratos que me debes!

jueves, 7 de abril de 2011

Una posibilidad existe...

...y que nos encontremos de casualidad.

Sé que uno de mis supuestos o axiomas básicos rezaba algo así, otro se limitaba a decir que hubiera muchos domingos de resaca y noches de fiesta. Paranoicamente desde hace semana y media, no soy capaz de pasar por esa calle sin mirar de lado a lado pensando que en cualquier momento él puede aparecer. Hoy no estaba previsto y tal vez a causa de eso, me he sorprendido más. Una conversación fluida, sus ojos tan verdes como los recordaba, sonrisas cómplices y nada más ha hecho falta para quitarme esa gran preocupación de la cabeza.
Y aunque, como viene siendo costumbre, me ha dejado con ganas de él... me siento más tranquila sabiendo que quiere seguir pasando tardes y noches conmigo.
Y este sea un buen principio, principio de incertidumbre...

lunes, 4 de abril de 2011

Un minuto contigo

Quien me conoce me ha avisado ya, pero yo no puedo evitarlo. La primavera (que la sangre altera) no ayuda mucho más, porque incita a pasear por los parques y tumbarse en la hierba, y son ese tipo de cosas que alguien no puede hacer si no es con compañía.
Siempre he tenido este defecto de ser tan enamoradiza, pero también siempre he presumido de saberlo controlar. Esta vez se me está yendo de las manos y ser consciente de ello me está matando.
Le prometí no agobiarle, no ser pesada, mi aversión a las relaciones serias... Hoy me cuesta no agobiarle, no ser pesada y me muero por estar con él y que él sólo esté conmigo.
Y el sábado aunque me decía a mí misma que me conformába con verle, saludarle y nada más, no me lo creía ni yo porque me quedé con muchas ganas de él.


Esta vez no te voy a mentir, necesito un minuto contigo y un finde sin dormir...

No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...