lunes, 4 de abril de 2011

Un minuto contigo

Quien me conoce me ha avisado ya, pero yo no puedo evitarlo. La primavera (que la sangre altera) no ayuda mucho más, porque incita a pasear por los parques y tumbarse en la hierba, y son ese tipo de cosas que alguien no puede hacer si no es con compañía.
Siempre he tenido este defecto de ser tan enamoradiza, pero también siempre he presumido de saberlo controlar. Esta vez se me está yendo de las manos y ser consciente de ello me está matando.
Le prometí no agobiarle, no ser pesada, mi aversión a las relaciones serias... Hoy me cuesta no agobiarle, no ser pesada y me muero por estar con él y que él sólo esté conmigo.
Y el sábado aunque me decía a mí misma que me conformába con verle, saludarle y nada más, no me lo creía ni yo porque me quedé con muchas ganas de él.


Esta vez no te voy a mentir, necesito un minuto contigo y un finde sin dormir...

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