Cómo pasa el tiempo.
Por aquel entonces teníamos 15 años, eran fiestas del pueblo y tú, acababas de llegar a España. Era por la tarde, no más de las 7 de la tarde y te ví. Lo siguiente que recuerdo es llegar a casa y cojer el teléfono para llamar a una de las chicas que aquella tarde iba contigo, una antigua amiga mía. Hice todo lo posible por saber de tí y esa misma noche te conocí, o nose bien si fue al día siguiente...
Pasaron los días y con ello, creció nuestra confianza. Conocí a tu madre y decía que yo ya era su nuera. No fue hasta el 27 cuando por fín, me besaste.
Y empezaron unos meses bonitos, típicos. Después del verano, se acabó todo. Acabó mal.
Dejamos de mirarnos a la cara, pero seguimos viéndonos unos años más. Dos años después me contaron que llevábas una foto mía en tu móvil y tu madre preguntába si habíamos vuelto.
He de confesar que durantes todos estos años he seguido cotilleando ese blog que tiene, dónde muy abiertamente habla de su vida. Yo aparezco allí.
Y la historia... podría carecer de sentido si ayer no hubiera vuelto a leer ese blog. Fuí a leer la entrada del día de mi cumpleaños y bajo una foto mía, hablába de algo así como un sueño, recuerdos, palabras no dichas, besos no dados, posibles reencuentros... al final decía: ella sigue en mi cabeza, debo confesarlo.
Él también sigue en mi cabeza, quizá no de igual manera, pero creo que es la hora de dar el paso y escribir un: 'hola, ¿qué tal?' y dejar que todo siga su curso, el curso que debió de seguir en su momento.
Por aquel entonces teníamos 15 años, eran fiestas del pueblo y tú, acababas de llegar a España. Era por la tarde, no más de las 7 de la tarde y te ví. Lo siguiente que recuerdo es llegar a casa y cojer el teléfono para llamar a una de las chicas que aquella tarde iba contigo, una antigua amiga mía. Hice todo lo posible por saber de tí y esa misma noche te conocí, o nose bien si fue al día siguiente...
Pasaron los días y con ello, creció nuestra confianza. Conocí a tu madre y decía que yo ya era su nuera. No fue hasta el 27 cuando por fín, me besaste.
Y empezaron unos meses bonitos, típicos. Después del verano, se acabó todo. Acabó mal.
Dejamos de mirarnos a la cara, pero seguimos viéndonos unos años más. Dos años después me contaron que llevábas una foto mía en tu móvil y tu madre preguntába si habíamos vuelto.
He de confesar que durantes todos estos años he seguido cotilleando ese blog que tiene, dónde muy abiertamente habla de su vida. Yo aparezco allí.
Y la historia... podría carecer de sentido si ayer no hubiera vuelto a leer ese blog. Fuí a leer la entrada del día de mi cumpleaños y bajo una foto mía, hablába de algo así como un sueño, recuerdos, palabras no dichas, besos no dados, posibles reencuentros... al final decía: ella sigue en mi cabeza, debo confesarlo.
Él también sigue en mi cabeza, quizá no de igual manera, pero creo que es la hora de dar el paso y escribir un: 'hola, ¿qué tal?' y dejar que todo siga su curso, el curso que debió de seguir en su momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario