jueves, 30 de diciembre de 2010

Porque eres mi escritor

Recuerdo que al llegar ni me miraste, fuí sólo una más de cientos. Sin embargo, fueron tuyos los primeros voleteos... ¿Cómo no pude darme cuenta que hay ascensores prohibidos, que hay pecados compartidos...?


Me apetece que mi última, tal vez penúltima entrada, vaya dedicada a tí. Porque has sido el protagonista de todos mis últimos viernes y sábados, incluso jueves, de este mes. Porque nos reencontramos después de dos años. Porque me besaste nada más verme. Porque has seguido besándome incansablemente, y jugamos a ser dos gatos que no quieren dormir.
Porque he llorado algún que otro día porque pasábas de mí. Porque contigo, volví a esa sensación de no querer otra cosa en el bar que no fueras tú y de mirarte, y olvidarme hasta de respirar.
Porque te he odiado, me has gustado, nos hemos encantado y porque, espero, aún no te has cansado.
Porque, ésta canción lo resume todo:

Esta noche lo voy a pasar muy bien
con tu cuerpo, ya no hay nada que perder
me estremezco cuando me miras así,
el deseo no me puede confundir
aun recuerdo el día que te conocí,
siempre supe que no eras buena para mí
mal asunto, tu ya estás dentro de mí,
tengo miedo de jugar y perder,
de jugar y perder

Ahora me estremezco
hoy te acercas, mañana te vas
algo me está diciendo
que no eres alguien de quien me pueda fiar

Un juguete en tus manos sólo soy.
hecho añicos por una mala mujer
no me importa, prefiero morir así,
tu veneno me hace facil elegir,
me hace facil elegir.

Ahora me estremezco
hoy te acercas, mañana te vas
algo me está diciendo
que no eres alguien de quien me pueda fiar.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

terminando el 2010

Creo que me vuelve a tocar hacer balance de otro año más. ¿Qué decir?

Pienso que el año, aunque empezó como continuidad de un fatal 2009, mejoró por momentos. Empezando por febrero y la fiesta post-exámenes, donde conocí a quien me ha conseguido aguantar durante 10 meses seguidos. ¿Quién me robó el mes de abril? Él.
Marzo y mi paso de ecuador me trajeron dos grandes personas que a día de hoy, son imprescindibles en mi día a día. En junio, papá volvió a casa no sin antes haber mejorado muy mucho. Entonces empecé a ser algo más feliz, y todo empezó a volver a la normalidad.
Volví a Barcelona en julio, me desengañé un poco, pero sólo poco.
Agosto...
En septiembre estábamos de camino a Barcelona de nuevo, me sentí muy vacía, pero debí desengañarme por completo para disfrutar de ese viaje donde conocí a grandes personas.
Este mismo mes volví a clase tras un parón de un año y, aunque las cosas habían cambiado, la universidad seguía teniendo ese encanto.
Octubre llamó a nuestra puerta con las fiestas del Pilar, que con decir su nombre sobra decir mucho más. Y llevámos a papá a Barcelona donde mejoró otro poquito.
Noviembre me dio la espalda en cuanto a sentimientos y volé de boca en boca como una abeja, de flor en flor. Diciembre continuó la rutina del noviembre y me encuentro a día de hoy, con ganas de cambiar de año (o no).
Daré gracias o algo así por haber conocido a tantas personas tan especiales, por haber roto con otras cuantas, por haberme reencontrado con muchas y para terminar, por haber sabido reconciliarme con alguna más. Entre ellos: Fredy, mi barcelonés, mi escritor, mi chileno, mi señora de Wood,...
Con la sensación de ser la misma que hace un año hacía balance sin querer, la misma que ya no creía en la Navidad, la misma...
La misma que sigue sin creer en el amor, la misma que se encapricha de quien no debe, la misma que llorará el 1 de enero por haberse desengañado de Barcelona.
La misma que al año que viene volverá a hacer balance, posiblemente con los mismos sentimientos que ahora, más sola que la una (o la luna), pero feliz.
Adiós 2010.

lunes, 27 de diciembre de 2010

27/06/06

Cómo pasa el tiempo.

Por aquel entonces teníamos 15 años, eran fiestas del pueblo y tú, acababas de llegar a España. Era por la tarde, no más de las 7 de la tarde y te ví. Lo siguiente que recuerdo es llegar a casa y cojer el teléfono para llamar a una de las chicas que aquella tarde iba contigo, una antigua amiga mía. Hice todo lo posible por saber de tí y esa misma noche te conocí, o nose bien si fue al día siguiente...
Pasaron los días y con ello, creció nuestra confianza. Conocí a tu madre y decía que yo ya era su nuera. No fue hasta el 27 cuando por fín, me besaste.
Y empezaron unos meses bonitos, típicos. Después del verano, se acabó todo. Acabó mal.
Dejamos de mirarnos a la cara, pero seguimos viéndonos unos años más. Dos años después me contaron que llevábas una foto mía en tu móvil y tu madre preguntába si habíamos vuelto.
He de confesar que durantes todos estos años he seguido cotilleando ese blog que tiene, dónde muy abiertamente habla de su vida. Yo aparezco allí.
Y la historia... podría carecer de sentido si ayer no hubiera vuelto a leer ese blog. Fuí a leer la entrada del día de mi cumpleaños y bajo una foto mía, hablába de algo así como un sueño, recuerdos, palabras no dichas, besos no dados, posibles reencuentros... al final decía: ella sigue en mi cabeza, debo confesarlo.

Él también sigue en mi cabeza, quizá no de igual manera, pero creo que es la hora de dar el paso y escribir un: 'hola, ¿qué tal?' y dejar que todo siga su curso, el curso que debió de seguir en su momento.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

La razón resulta escasa

'Y mis pupilas se derriten al mirar tus ojos del color del mar cuando se funde con el cielo...'


Dicen que rectificar es de sabios, y yo digo que si es a tiempo, mucho mejor. Había vuelto a empezar un domingo depresivo post-sábado. En vez de noche de fiesta había sido todo una broma que realmente no me apetece ni recordar. Solo diré que nos ofrecieron algo parecido a una orgía y que, la idea de ver a mi escritor con otra no me hacía mucha gracia. La indignación de su cara lo decía todo, se giró y nos dejó ahí, en ese puente que tanto incitaba a saltar. Tomé el camino del medio y me fuí a casa, esta vez no le tocó a Ismael Serrano sino a Dani Flaco.
El domingo lo pasé sumida en pensamientos autodestructivos, entré en ese círculo vicioso de: 'no me quiere nadie' y me dí a la lectura. Tuvo que ser el martes cuando, al ver una carita triste como remitente del mensaje, todo tomó otra forma. Pedías perdón, que no te guardara mucho rencor y que siguiéramos siendo amigos, tus palabras rezában que el sábado no eras del todo tú, pero que no era excusa...
Sus deseos son órdenes.
Me pierden los escritores.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Tendrías que haberla vistor morir de mal de amores...

Tendrias que haberla visto correr tras caricatos, palmeros, cantautores.

En mi caso, escritores.

Ayer todo se me hacía muy familiar. Beber calimocho en la calle hasta perder el equilibrio, hablar muy filosóficamente mientras se te congelan los pies, andar camino del bar tirando el calimocho por el suelo, llegar y no conocer a nadie, pero conocer a todos. Solas como de costumbre, pero de nuevo, en esa pared. Como aquel 21 de marzo.
Intenté disimularlo, pero sentía esa maldita necesidad de que en algun momento de la noche apareciera él y me mirase con esos ojos azules mientras me dijera: 'vamos a mi casa'. En realidad, pasó algo parecido y muy diferente. Eché un vistado al bar y para mi sorpresa (o no) ví una boina, esa boina, su boina. Se tomó un tequila y se acercó, y yo intentando disimular los nervios, le saludé con dos malditos besos. Acto seguido me desesperé un poquito más si cabe, pero no aguanté mucho más tiempo ahí. Y me fui a casa más sola que la una, con excesivas ganas de llorar, mientras escuchába Ismael Serrano.
Menos mal que soy de memoria selectiva y ya me he encargado de borrarlo todo por completo y yo ayer, no salí de casa.
Hasta el sabado (o viernes) escritor, como te dije: 'voy a ser tu peor pesadilla.'

jueves, 2 de diciembre de 2010

Y ahora estoy aqui esperando a que vengan a buscarme, tu no te muevas...

Ahora que todo se ha acabado puedo decir que no me arrepiento. Ni de lo que hice bien, ni de lo que hice mal. Ahora que todo se ha acabado y que me vas a odiar con todas tus fuerzas.
Sé como soy. Que me equivoqué y que tú, te equivocaste conmigo.
Pero ya no importa. Ahora saldrás cada sábado con ganas de cazar, no sé si por necesidad, e intentarás darme envidia (o algo así). ¡Si no te conociera tanto...! Y yo, mientras tanto, seguiré en mi línea, esa línea que tanto te sorprende/jode.

Esta, sí que es una despedida. ''Y ya no sé si fue en carnavales, fin de exámenes o San Valentin, pero besar a Freddie Mercury, no estába en mis planes...''

No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...