Para que nunca te des por aludido, para que esta locura, que parecía transitoria, pueda seguir...
Para tus malditos sábados, mis odiosos domingos, los eternos lunes...
Para mi innata introversión, para tu gran extroversión, para nuestra indudable incompatibilidad...
Porque estoy segura de que nunca seré capaz de hacértelo saber...
Por todo y por nada, he sentido la terrible necesidad/curiosidad de empezar este blog. Y me apetece seguir sintiendome ignorada como siempre, pero a veces escribir a mano cansa :)
Si no me aburre como tantas miles de cosas que tiene internet, pasaré cada día a escribir lo que se me pase por la cabeza.
Y qué más da si no me lee nadie, yo me sentiré igual de satisfecha por el simple hecho de haber vuelto a escribir un día más.
sábado, 9 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No sabía del desierto
No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...
-
Creo que, para su evasión, aprovechó una migración de pájaros silvestres . La mañana de su partida puso bien en orden su planeta. (...) Y cu...
-
Dos años y once meses. Alrededor de mil sesenta y cinco días. Tres inviernos, tres primaveras, tres otoños, casi tres veranos. Guissona, Gar...
-
...en el mismo sitio donde otra herida nunca cerró. Me he condenado yo misma a esta eterna espera plagada de recuerdos. Yo misma he decidido...
No hay comentarios:
Publicar un comentario