Tal vez soplé las velas demasiado fuerte
Soplé y cambió toda la corriente.
Tal vez bastaba con soplar más fuerte
Soplé y vino una ráfaga de suerte.
Tú lo llamas suerte, yo lo llamo destino.
Hemos intentado varias veces calcular el momento exacto en que nuestros caminos se cruzaron. Qué difícil y complicado. Nunca sabremos en qué punto coincidimos, pero aquí estamos.
Supongo que, tal vez, en algún momento pasado, compartimos el mismo espacio y no lo supimos. No era nuestro momento. Era ahora.
Y ahora es lo que quiero, compartir contigo instantes. No pensar. Dejar que todo pase. Como hasta ahora, con calma y aprisa. Contando los minutos para vernos, odiando los relojes cuando estamos juntos.
Tal vez, mi último cumpleaños, ese que pasé menos acompañada de lo que me hubiera gustado, soplé las velas demasiado fuerte. No recuerdo qué deseo pedí, pero cuando te miro, creo que lo tengo muy claro.
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