Me tiemblan las entrañas.
Qué fácil recibir la primavera.
Con mascarilla.
A veces fría.
Qué sencillo parece todo,
cuando no hay nada que perder.
Me tiemblan las entrañas.
Qué fácil recibir la primavera.
Con mascarilla.
A veces fría.
Qué sencillo parece todo,
cuando no hay nada que perder.
El desierto que dejaste
en el centro de mi pecho,
se convierte en oasis
conforme el reloj avanza.
Te creíste valiente, cobarde,
tomando una decisión, que te tomó a ti.
Y ahora,
en pleno naufragio,
tal vez una ola te acerca a mi playa,
pero yo soy desierto.
No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...