lunes, 6 de agosto de 2018

Mi cable a tierra

Y el viento de mi barrio me condujo hasta otro cuerpo, que hoy dibuja la más bella historia sobre el mío. Un cuerpo que es mi espejo, mi canción definitiva, el otro tripulante de este vuelo eterno. Un cuerpo que es mi cable a tierra, el punto de partida, el barrio donde vivo, mi ángel, mi paracaídas.

Quién iba a decirme a mi que ibas a tomar el papel de paracaídas en mi vida. Quién iba a decirte a ti, que harías y reharías este camino una y mil veces, sólo para verme.

Quién nos iba a decir, que de tantas cervezas y tantas risas, saldría esta estructura de una base fuerte que vamos creando y construyendo día a día, pasito a paso, poquito a poco.

Quién iba a decirme que estas alturas, cuando recuerdo la más triste historia de su cuerpo sobre el mío siete años después, puedo hablar simultáneamente de la más bella historia del suyo.

Has llegado sin arrasar con todo, llamaste a la puerta, pediste permiso para entrar y ahora que estás dentro, no quiero que te vayas nunca. Quiero que te quedes siempre.

Siempre voy a querer que te quedes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...