Has dejado que los rizos llenen tu cabeza.
Tu sonrisa impertérrita a pesar del paso del tiempo.
Sigue existiendo un hilo, muy fino, rojo, que nos unirá siempre.
Felices 29.
No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...
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