acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.
Incansable sueño cada noche contigo. Te dije que soñar no era tan complicado, te lo dije porque yo lo conseguía con suma facilidad cada noche y cada mañana despertaba con una sonrisa y tu imagen en mi cabeza. Te juré que lo conseguirías, que a la mañana siguiente serías un poco más feliz porque tú también habrías conseguido soñar.
Despertaste y alargaste el brazo para agarrarme o tal vez acariciarme la cara o la espalda, extendiste la mano, pero sólo encontraste el frío y vacío de tus sábanas. Gracias a mí, por fin habías vuelto a poder soñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario