miércoles, 30 de noviembre de 2011

Diciembre

Tienes algo que decirle, no sabes cómo hacerlo para empezar a hablar. 
Traga el espacio del silencio que queda entre tu boca y los demás. 


Puede que haya bebido alguna cerveza de más, pero ello no me impide pensar con más claridad. 
Hoy se acaba el mes de Noviembre, echando la vista atrás, todo ha cambiado. Hace un año encontraba en la tesitura de dejar una historia que nunca había empezado, pero que debía de terminar. Hoy me encuentro en la tesitura de seguir una historia que no ha empezado, o sí, pero que está llena de distancia por todos los lados y quiero salvar a toda costa. 
Será que es la primera vez en la vida que rozo la felicidad por conocer a alguien que me completa. Puede que esté lejos, pero le siento más cerca que a ninguno. También puede que nadie lo entienda, y que ni yo misma lo llegue a comprender, incluso él puede estar perdido, pero todo se vuelve más nítido cuando estamos juntos.
Sobran las palabras y eso es lo más importante. 
Otra vez terminará otro año. Esta vez el balance tendrá un superávit mayor de lo habitual y puede que en la lista de todos mis activos, él sea el que ha incrementado mi patrimonio. Sin un agosto así, volvería a estar perdida, otro invierno más, otro año más, sola. Este año estaré igual de sola, pero menos. Podré mirar el calendario y pensar que, de no haber sido así, yo no sería quien soy hoy, cuatro meses después.
Se lo agradezco todo, o casi todo, porque no quiero quitarle mérito al señor destino que tantas malas y buenas pasadas me juega, y esta vez ha dado en el clavo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...