domingo, 15 de mayo de 2011

Y si el amor se va, y a la hora que es ya...

... la noche aun pide a gritos tener su colofón, su crescendo final, que te voy a contar, que tú no sepas ya.


Volver a esas noches reversibles, de domingos astrománticos y música de ascensores. De despertares resacosos, de su respiración acompasada, del claroscuro de su habitación, de esa barba, su barba.
Y aunque los arrepentimientos lleguen tarde, he aprendido a quedarme con lo bueno.
Porque hace muchos meses temía que llegara la última noche, pero creo que tal vez nunca llegue y nos quedemos siempre en la penúltima. Escritor de historias de una noche.

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