Y te vas a cansar de tanto odiarme, ya te dije que yo no era nada recomendable.
Te avisé. Te dije que me odiarias, que por el momento carecías de motivos, pero el tiempo te los iría dando. Has llegado a ese punto. No pierdas mucho el tiempo pensando en lo malvada que soy, piensa en tí que de verdad lo necesitas.
No abuses del calimocho tanto como suelo hacer yo, que luego pasa lo que pasa y las discusiones pierden todo su sentido. Y no llores, que no merece la pena, yo no merezco la pena.
Los sábados... ¿qué decir? Soportaré tu mirada llena de ira y rencor hasta que el tiempo nos haga inmunes el uno del otro.
Te echaré de menos, seguro. Porque no he conocido a nadie tan como tú, con tus rarezas, tus caprichos, tus celos enfermizos, tus tonterías, tu todo. Sigo creyendo en esa frase que reza 'no puedo vivir sin tí, no hay manera', algo así me está pasando.
Ya va sonando a despedida, pero no me dejas otra opción. Lo nuestro daría mucho más de sí siendo grandes amigos, pero sé que te negarás (yo también lo haría).
Te avisé. Te dije que me odiarias, que por el momento carecías de motivos, pero el tiempo te los iría dando. Has llegado a ese punto. No pierdas mucho el tiempo pensando en lo malvada que soy, piensa en tí que de verdad lo necesitas.
No abuses del calimocho tanto como suelo hacer yo, que luego pasa lo que pasa y las discusiones pierden todo su sentido. Y no llores, que no merece la pena, yo no merezco la pena.
Los sábados... ¿qué decir? Soportaré tu mirada llena de ira y rencor hasta que el tiempo nos haga inmunes el uno del otro.
Te echaré de menos, seguro. Porque no he conocido a nadie tan como tú, con tus rarezas, tus caprichos, tus celos enfermizos, tus tonterías, tu todo. Sigo creyendo en esa frase que reza 'no puedo vivir sin tí, no hay manera', algo así me está pasando.
Ya va sonando a despedida, pero no me dejas otra opción. Lo nuestro daría mucho más de sí siendo grandes amigos, pero sé que te negarás (yo también lo haría).
Pero sabes, al final suele pasar que el odio es bastante aburrido. Porque además nadie se lo cree. Quiero decir que a ella no le afecta que el taladro de nuestra mirada le traspase porque no se siente culpable. Normal. (Ismael Serrano, tantas cosas)
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