me aconseja que lo haga...
Es inevitable relacionar este calor veraniego-primaveral contigo. Es inevitable.
Tan inevitable como recordarte a cada segundo. Inevitable, como que pase el tiempo.
Sin embargo, también es inevitable abandonarnos durante un año entero y no hablarnos. Forzoso, inapelable, ineludible, inexcusable, necesario y obligatorio que yo mientras tanto, te eche de menos.
Pero pasan esos seis o siete meses de tregua y un día suena el teléfono, otra vez tú y tu voz, y nos ponemos tontos, y hacemos mil y un planes, y ponemos fecha en el calendario otra vez.
Inevitablemente yo recreo situaciones que se puedan dar, conversaciones que tendré, y me juro y perjuro una y otra vez que, seriamente, te plantearé el tema de ''nosotros''.
Llega la fecha del calendario y yo, tras una semana en ayunas debido a mi ataque de nervios, me plantó allí, tan cerca de tí. Te miro, hablamos, reimos, y todo es como si nunca hubiera pasado nada porque esperas a que (como en veces anteriores) se vaya el sol para besarme. Y ya está todo hecho, porque yo me voy de allí una vez más con tus besos, tus palabras, tus miradas y mi cobardía a otra parte. Porque una vez más no soy/fui/seré capaz de decirte nada de nada. Porque aguantaría otros tres años más así, sólo por retrasar el momento en que definitivamente me digas que lo nuestro es imposible. Una vez más, maldita distancia.
Inevitable, como muchas otras cosas, es quererte sin querer. Inevitable, como se ve, que de nuevo sueñe con volverte a ver.
Tan inevitable como recordarte a cada segundo. Inevitable, como que pase el tiempo.
Sin embargo, también es inevitable abandonarnos durante un año entero y no hablarnos. Forzoso, inapelable, ineludible, inexcusable, necesario y obligatorio que yo mientras tanto, te eche de menos.
Pero pasan esos seis o siete meses de tregua y un día suena el teléfono, otra vez tú y tu voz, y nos ponemos tontos, y hacemos mil y un planes, y ponemos fecha en el calendario otra vez.
Inevitablemente yo recreo situaciones que se puedan dar, conversaciones que tendré, y me juro y perjuro una y otra vez que, seriamente, te plantearé el tema de ''nosotros''.
Llega la fecha del calendario y yo, tras una semana en ayunas debido a mi ataque de nervios, me plantó allí, tan cerca de tí. Te miro, hablamos, reimos, y todo es como si nunca hubiera pasado nada porque esperas a que (como en veces anteriores) se vaya el sol para besarme. Y ya está todo hecho, porque yo me voy de allí una vez más con tus besos, tus palabras, tus miradas y mi cobardía a otra parte. Porque una vez más no soy/fui/seré capaz de decirte nada de nada. Porque aguantaría otros tres años más así, sólo por retrasar el momento en que definitivamente me digas que lo nuestro es imposible. Una vez más, maldita distancia.
Inevitable, como muchas otras cosas, es quererte sin querer. Inevitable, como se ve, que de nuevo sueñe con volverte a ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario