sábado, 1 de mayo de 2010

Esperando la galerna

Has hecho que esta semana sólo sepa odiarme y arrepentirme. Me has odiado tú mismo.
Ya habías puesto como fecha esta tarde para tu particular Apocalipsis. Has sido cobarde y todo se te ha vuelto como si fuera el génesis de tu propia vida.
No me has mirado a los ojos.
Y has convertido un viernes por la tarde en la madrugada de un domingo, nuestros sábados, porque me he ido con un exagerado olor a tí.

Saco en claro que estoy más confusa, si cabe.

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