Se me hacen raros los domingos así... Sin resaca, sin sueño, sin recuerdos de una larga noche...
Y ya van 4 sábados sin recuerdos tuyos, sin abrazos, sin esas miradas, sin tus bailes... Sin pasar ratos sin sentido fuera del bar viéndote a la luz de los focos mientras fumas, sin cojerte de la cintura a la vez que me cojes la cara y me besas la frente, sin esas despedidas a las tantas de la mañana prometiendo falsamente que hablaremos más durante la semana y cerrando toda promesa con un último beso...
Se me hace raro que hayas conseguido hacer que sienta tantas cosas por tí, habiéndo hecho nada.
Se me hace raro que a pesar de todo, siga con ganas de más y más noches contigo y que no me importe tu gran caradura.
Se me hacen raras tantas cosas, que hasta me parecen normales. Que ya es normal entrar al bar y buscarte desesperadamente con la mirdada, es normal marearme en cuanto te veo, también lo és el olvidarme de todo con tu presencia...
Tú, mi droga de sábado... mi salvación de aquel 21, y mi perdición desde entonces.
domingo, 17 de mayo de 2009
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