Ha pasado una semana, aun no me he repuesto, aun me cuesta encontrar las palabras.
Diré que volaste del escenario a mi boca, diré que yo estaba indefensa.
Supongo que me arrepentí en cuanto comenzaste a hablarme tan rápido y nos rozamos los labios, y yo no podía distinguir tu voz, no sabía si cantabas o hablabas. Quería salir corriendo y a la vez quedarme ahí para siempre. Lo dejamos en un punto intermedio, ese punto de las cosas pendientes que siempre será más interesante que su propia consecución.
Rebobinaría, es verdad, pero para no haberte conocido fuera de las canciones.
No, no te odio todavía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario