No es que quiera dedicarme unas palabras a mí misma, de hecho ni lo he pensado, pero ¡qué coño! ¡es mí día!
Aun así no lo voy a hacer, de hecho, miedo tengo de que hoy (mi día) mis palabras vayan dedicadas a él.
Tal vez podía esperar algo así de cualquiera, de cualquier hipócrita, de esos ciber amigos de las redes sociales, no de él. Sin embargo, al pensar en hoy, inexplicablemente pensé en la remota posibilidad de que se acordase de mí y más aun, que me lo hiciera saber.
Sólo han bastado unas frases de la canción '20 de abril' de Celtas Cortos para demostrarme que, un año después, todo sigue a flor de piel. Yo he querido negarme durante más de 12 meses a que existiera un infinitesimal residuo de sentimiento hacia él dentro de mí, hoy me reitero una vez más. Aun así, mis ojos vidriosos han querido confundirme al leer sus palabras.
Un 'que te vaya bonito' lleno de rencores y odios, ha dado paso a una hipotética posibilidad de reconciliación en el ámbito de la amistad. Está claro que nos veremos, como de costumbre, bañados de calimocho. Nos miraremos con ese odio que tanto nos profesamos. Me sacarás de quicio una vez más. Pero algo habrá cambiado, aunque tú creas que no, aunque todo siga igual para siempre, porque unas palabras tuyas era lo que llevo demandando mucho tiempo. Ahora que las tengo, frías, irónicas, y hasta crueles, prepárate para la revancha.
Maldito Fredy, cuándo dejarás de ser esa maldita espinita, ¿cuándo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario