sábado, 12 de marzo de 2011

Si lo he empeorado más, que bajen tus labios y me callen

''Estas flores son sólo lo que son,
crecen salvajes y no saben lo que hacen.''


Era viernes y mi incansable negación acabó convirtiendose en afirmación. Volví a caer en sus ojos, su barba, su pelo,...
'No arriesgas nada', 'me has pillado en un momento de mi vida que...' me daba explicaciones que yo no pedía. Volvió a decirme lo agusto que se encontraba conmigo.
Se hizo el sorprendido cuando al llegar a su casa, tuve la iniciativa de cruzar el pasillo y entrar en su habitación como si de mi casa se tratase.
Esta vez no fueron más que tres horas. Pero tres horas de esas llenas de impulsividad, que es lo único que tenemos. Y al abrir los ojos ví lo abrazado que estába a mí, otra vez salí de allí con el corazón blandito.

''No serás capaz de odiarme, tan sólo quería ilustrar que quiero arriesgarme a conocerte porque el miedo al fín cayó, al fin cedió...''

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