viernes, 28 de enero de 2011

Otro 28 de Enero

Hace tres años era lunes. Hacía como medio año que te había conocido y no había momento del día en el que salieras de mi cabeza. Lloraba todos los días. Odiaba la distancia. Además, habías decidido desaparecer por completo de mi vida y yo no entendía nada.
Era lunes.
Era lunes y se te ocurrió volver a hablarme, como si nada. Comentaste que habías venido por aquí y te habías acordado de mí, que tenías ganas de saber de mí y que, a pesar de haberlo intentado porque creías que iba a ser fácil, no habías conseguido olvidarme.
Yo hice una pausa para reponerme al leer tus palabras, estába llorando como una tonta y dije que te diría la verdad. Mi verdad era la misma que la tuya, que eras especial para mí, que no había sentido eso nunca, que quería mandarte a la mierda para siempre pero era incapaz de hacerlo y que, lo estába pasando mal.
Decidimos volver a ser nosotros, como amigos y tu añadiste un: 'que a mi me gustaría estar contigo para siempre, pero como amigos es lo mínimo'. Volví a llorar. Te comenté mi viaje a Barcelona en marzo y tanto tú como yo, fuimos un poco más felices.

Hoy, tres años después, no puedo evitar recordar momentos como este porque lo nuestro está más que acabado. No nos quedó ni la amistad esa que me prometías.
Pero te recuerdo, porque fuiste el único que dijo quererme y al único que he podido decir 'te quiero'.

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