miércoles, 17 de noviembre de 2010

Subiendo peldaños

Entra el amor flaco y mojao, como una raspa de pescao, como beso puesto al trasluz. Y de su mano llegas tú con tu pelo como el betún, como un piropo bien tirao...

Y quiero escribir pero me faltan las palabras. Que me paso el día esperando al momento de cojer el autobús y pasar esos 20 minutos delirando con él. Mirarle a los ojos. Mirarle las manos.
Y marcharme a casa cada día con ganas de seguir conociéndole.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...