martes, 20 de abril de 2010

Primavera por sorpresa

Ayer nos pilló el buen tiempo, de repente, con la chaqueta puesta. Cuando llegue a casa la colgaré en el armario, y para la próxima vez, no me volverá a pasar...



Ando un poco perdida, pero eso de perderse no está mal, me buscaré y encontraré yo sóla, como siempre. Además por el camino, mientras una se busca, se hacen amigos y más amigos y cuando menos te lo esperas, estás abriéndote en canal para sacarte el corazón y regalarselo al primero que pasa.
Estoy por cojerme el primer tren/bus con dirección Barcelona para recuperar el mío, mi corazón. Que ya lleva casi tres años vagando por allí y puede que se sienta sólo. Eso sí, creo que no le devolveré a su sitio porque no tengo ganas de volverme a desangrar al rasgar esa profunda cicatriz que tengo. Lo guardaré en un cajón.

Primavera que la sangre altera. ¡Oh Dios y tanto que la altera, a mi me hierve!
Me da por cerrar, abrir, cerrar, reabrir, recerrar capítulos de mi vida que al final, siempre dejo abiertos.
Que pronto se ha hecho tarde.

Y yo me quedo aquí sentada, esperando a que otra vez se nos haga tarde, a que otra vez nos sentemos en un sofá, a que otra vez vuelvas a poner tu brazo sobre mi hombro, a que una y otra vez volvamos a brindar por la tercera, a que otra vez quedemos, a que otra vez podamos reir al unísono, a que otra vez hablemos sin parar de temas políticos, económicos o sociales y que otra vez, estemos solos.

''Esto tendrá que repetirse otra vez...
...Hasta el sábado''

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...