martes, 29 de diciembre de 2009

Por tí, un día más.

Sabes, a día de hoy, me apetece dedicarte parte de mis palabras.
Llegados a este punto y sabiendo que puede que nunca vuelvas a ser el de antes, no me importa. No me importa porque lo importante sigue ahí, tú. Porque un día alguien o algo me dijo que la felicidad en la vida se media por los momentos vividos y yo, siendo sincera, contigo he pasado toda una vida.
Me cuesta no echarme a llorar pensando en tu gran forma de ser que actualmente a quedado reducida a lo que no eres, pero recuerda, no importa. Sé que eres fuerte, que siempre lo has sido y que ahora tienes más ganas que nunca de vivir. Sé que nos sientes más cerca que nunca y que, aunque nunca pudieras ni llegar a imaginarlo, no me separo de ti ni un segundo. Soy lo que soy por tí y ahora es cuando más me doy cuenta. Cuando entro en casa y no se nota tu presencia, cuando ya no me despiertas cada mañana, cuando nuestras discusiones se han reducido a la nada, cuando ahora soy yo la que te pide un beso.
Tu eras mis manos, mis ojos, mis pies... ¡qué digo! Nuestras manos, nuestros ojos, nuestros pies e incluso nuestro pensamiento.
Esa clase de persona que todos quieren y admiran, que todos rabian al ver la crueldad de eso que llaman "Dios", que todos desean que se recupere, que todos desean que vuelva a pensar y ser como siempre.
Y hoy, me apetece "decirte" todo esto porque, sonará a tópico, pero padres como tú hay pocos.
Porque te quiero, como siempre, pero de una manera mas patente. Porque si algo me sobra, es esperanza. Y porque si no te salvas tú, no se salva nadie.
Que sigo necesitandote como el guía de mis pasos, que sin tí me pierdo, porque aun hoy intento aparentar ser fuerte (como tú), pero a la mínima me hundo (como tú). Sin tí todo se hace más difícil y cuesta arriba.
He pasado 19 años de mi vida pensando que no nos entendíamos, pero es ahora, cuando me doy cuenta de que tal para cual es poco, que éramos (o somos) la complementariedad perfecta.
Seis meses después, sigue sin importar el tiempo ni los medios... lo importante es llegar a la meta. Te quiero papá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...