domingo, 4 de octubre de 2009

Cuando empecé este blog, mis primeras palabras fueron dirigidas hacia tí. Eras la novedad, como yo te llamába, mi droga de cada sábado.
Pasaron los meses sin tus noches, sin tus besos y yo.. volví a aferrarme a mi pasado. Pero tonta de mi, siempre acabo perdiendo en todo y de nuevo Barcelona me traicionó o tal vez me traicioné a mi misma, pero la cuestión es que me desilusioné.

Y ya había pasado una semana desde aquel viaje lleno de ilusión y mucho... "amor", pero yo necesitába VOLAR. Volar una noche bañada de alcohol al ritmo de esa música de aquellos memorables sábados.
Intentamos repetir los pasos de hace meses pero nuestro bar, estába vacio. Movimos ficha y aparecimos en otro paraíso particular, donde las caras se nos hacían familiares y allí nos quedamos. Era una noche normal (o tal vez anormal) donde todo salía a la perfección: buena música, poca luz, mucho alcohol y gente conocida.
Pero de nuevo, como meses atrás, volví a sentir esa sensación de ahogo y mareo... Eras TÚ.
Apareciste sin más ni más, me saludaste y el resto salió solo. Volviste a ilusionarme, me abrazaste y sí, otra vez, me besaste.

Y ahora maldigo todas y cada una de mis palabras, esas que no hacían más que manifestar que mi vida no quería nada de la tuya, que mis labios no volverían a tener sed de los tuyos y que mis ojos, podían ver sin el reflejo verde de los tuyos. Maldigo mis lágrimas y sobre todo, diria que te maldigo a ti... pero esque me encantas...


Tan elegante como siempre :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No sabía del desierto

No sabía que también había desiertos que desembocaban en el mar. Recuerdo cómo durante aquellos primeros meses del año, un sentimiento devas...